Foto referencia |
Unos asesinos entraron a su casa, lo sacaron al
patio, después de tirarlo al piso, lo golpearon y torturaron sin piedad. Tanto
era la crueldad, que le destrozaron el cráneo y para rematar este frío hecho,
le dieron un balazo en la nuca.
Terroristas (1980 -
1990), habían asesinado al exteniente alcalde de Ondores: Honorio Pomachagua.
Comuneros de la zona, lo encontraron tirado en el piso con un letrero: “Fue
aniquilado (…) por autoridad y soplón. Por representar al estado abusivo y
oponerse a la renuncia. Así morirán…”
Otro lamentable
hecho, fue el robo de ganados en Sais Túpac Amaru de Atocseico. Según el
historiador César Pérez Arauco, los terroristas cuando estaban en la plaza de
Ondores, repartieron dos carneros a cada persona. La orden era degollarlos de
manera rápida. Después de un día llegaron los policías y solo rescataron 700 de
las 1 200 ovejas robadas.
Lo terroristas
también incendiaron los ambientes de concejo distrital. Las llamas quemaban
documentos, libros partidas de nacimiento, actas, etc. El humo era terrible en
esos años. Nuestros hermanos de Óndores tenían que escapar a otras ciudades por
el abuso sanguinario de los “malditos” terroristas.
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