Todo este proceso es gracias a la
comunicación común, es decir se buscó acuerdos de ambos lados: minera y
comunidad. Este aspecto, nos ayuda a fundamentar lo que indica la autora del
libro La Comunicación en la Transformación de los Conflictos de Ana María
Romero de Campero. Ella, fundamenta que la comunicación es un hecho social, es
decir implica la participación, entendimiento y la asimilación: estos aspectos
ponen en común y se hace una acción dinámica a través de los elementos de
comunicación.
En el caso de Tintaya para encontrar aspectos comunes, la empresa minera y la comunidad se sentaron para que juntos identifiquen los problemas más álgidos. En ese proceso, ambos identificaron los temas que más implica: derechos humanos, tierras, desarrollo sostenible y medio ambiente. Aquí, podemos analizar que además, de ponerse de acuerdo, ambos aprendieron de cada uno, ambos se enriquecieron de sus conocimientos. La comunicación nos da una lección de aprendizaje en cada caso. Todo un arte para entender cada posición.
El estudioso argentino Ciro Marcondes, en su libro “Nuevas Teorías de la Comunicación”, menciona que la comunicación inicia desde que uno se interesa en las cosas. “La comunicación solo acontece cuando yo me acerco a ella, y la incorporo como algo mío”. En este caso, con la anterior empresa, en ningún momento se interesó, y tampoco se acercaron como debe ser a la comunidad, incluso en el documental que se registra en youtube, una comunera indica: “Nos decían que nos darán cosas, pero no nos decían y hacían lo que realmente necesitamos nosotros”. Queda claro, que no estaban en sintonía, y de manera indirecta la minera, no solo estaba de espalda a la comunidad, sino, practicaba al pie de la letra la incomunicabilidad.
Por todo lo que hemos mencionado, tuvieron
que pasar 300 meses para que con la nueva empresa minera( Austraulia) se
practique la comunicación alternativa, es decir, escuchar a las comunidades,
oír su voz de incomodidad, luego encontrarse y juntos formar un proyecto
colectivo y una integración social. Resultado de este diálogo se priorizó la inversión
en pastos, vacunos, planta de lácteos, planta de fibra, entre otros. Más allá de
la filantropía, lo que la comunidad necesitaba era una Responsabilidad Social, con desarrollo sostenible.
Entonces, la comunicación es comprender y entender a un interlocutor, es un todo, porque implica desde uno, los demás y la naturaleza. La comunicación es una necesidad, porque expresamos emociones, pensamientos: damos a conocer como entendemos el mundo. Además, de lo que uno transmite, puede ayudar al receptor a cambiar su forma de percibir o también a discrepar, pero la idea es que dan a conocer su modo de ver las cosas. Y, por último, al momento de comunicarse, es indispensable ser claro, preciso, breve y empático (aspecto que se procuró hacer al momento de la negociación entre la nueva empresa y la comunidad). Asimismo, escuchar, es decir, entender e interesarse por lo que se manifiesta, y eso inicia desde la empatía.
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